Tengo mis manos manchadas con sangre.
Y soy responsable por la muerte de un hombre inocente.
Me quedé callado mientras Él se culpaba a sí mismo.
Lo hice porque yo no habría resistido un segundo.
Tengo mis manos manchadas con sangre.
Y fui responsable por la muerte de un hombre inocente.
Hoy vuelvo a mirar el lugar donde permití que lo torturaran.
No fui capaz de mirarlo a los ojos.
No fui capaz de hacerlo, la culpa me quemaba por dentro.
Hoy vuelvo al lugar y ya no hay nadie,
solo memorias de un hombre despreciado por este mundo.
Su Padre lo recibe y lo sienta junto a Él,
su Espíritu lo envuelve y le ama otra vez.
Dicen que se prepara, que volverá.
Esta vez lo esperaré, pues ya sé quién es.
-Wise
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